- La Ministra de Defensa presentó en el CESEDEN el libro del Teniente Coronel, Miguel Ángel Franco Fernández, conocido como el “héroe del bañador rojo”
* Carmen Chamorro / Corresponsal
Madrid, España.- Los héroes de carne y hueso… ¿existen? Poner rostro humano al militar español que salvó vidas en el complejo turístico, Le Campement, cerca de Bamako en Malí, no es tarea ardua cuando tropiezas con la humildad personificada. El Comandante (actualmente, Teniente Coronel del Ejército de Tierra, Centro de Adiestramiento de San Gregorio), Miguel Ángel Franco Fernández, con un arma corta y 14 cartuchos, fue capaz de neutralizar el ataque yihadista, perpetrado el 18 de junio del 2017. Bajo un sol africano intenso, a la hora de la siesta, junto a 12 miembros de la Misión de Adiestramiento de la UE, la intervención reacción-acción de este militar hizo que, los disparos del Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes, el Jama’at Nasr Al-Islam wal Muslimin, no arrojara más víctimas de las que hubo. El “héroe del bañador rojo”, como popularmente se le conoce y tal y como ejecutó el operativo, fue homenajeado en la sede del CESEDEN (Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional), recientemente, junto a la presidencia de una Ministra de Defensa emocionada, Margarita Robles, quien procedió al bautismo oficial del libro, “Nadie lo va a hacer por ti”, escrito por este adalid de las Fuerzas Armadas españolas.
Entiendo que fue un ataque planeado, una emboscada en toda regla. Presumo que se depurarían responsabilidades. ¿Hay algún informe sobre esta coyuntura?
Es más que probable que la intención de los terroristas fuera la de causar el mayor terror posible entre la sociedad utilizando como altavoz a los medios de comunicación. Con la toma de rehenes y su posterior agonía hasta una muerte segura, se hubieran asegurado alargar la noticia y causar un mayor impacto.
Aquel día, a pesar de encontrarme en un día de descanso participando de una actividad de descompresión, no pudieron completar su objetivo gracias a una pronta reacción y posterior acción. Dentro del recinto, aparte de 12 militares de la UE, había miembros de la operación Barkhane, dos oficiales de Naciones Unidas, empresarios occidentales que operan en Malí y autóctonos. El precio de la entrada al resort era de unos cinco euros al cambio. Sumaríamos unas 50 personas. En lo relativo a los resultados de la investigación cuento con pocos datos. Aparte de la ya mencionada autoría reivindicada por un grupo terrorista de ideología salafista yihadista que surgió en 2017, de la muerte de cinco de los atacantes y de la sospecha de colaboración de dos malienses de corta edad que aparecieron en una aldea cercana, desorientados y con materiales incendiarios, no trascendió más información a los medios.
Sé que la Audiencia Nacional solicitó informes a las autoridades malienses cuando se tramitó mi condición de víctima del terrorismo y que resultó algo dificultoso obtenerlos, nada más.
¿Usted como militar, destacado en misiones, se plantea la cuestión moral de matar, el uso legal de la fuerza ante la violencia letal que lleva a la muerte?
Como ser humano, todo soldado tiene un código moral que marca su conducta en su comportamiento ante la sociedad en la que se integra. Entre ellos, puede estar el seguir un mandamiento fundamental de su religión como el de no matarás. En mi caso, uno de los preceptos que guía mis actuaciones es el de la protección de las personas en situación desfavorecida o de debilidad. Ahora bien, cuando esa protección exige el uso de la fuerza (incluida la letal) para proteger vidas inocentes en riesgo de muerte el debate moral se suaviza.
Para evitar que las cuestiones éticas puedan restar eficacia al combate, este juicio debe haberse realizado con anterioridad a otros nivele de la decisión. Las denominadas reglas de enfrentamiento no las marca el combatiente sino que, para cada operación, vienen recogidas en un acuerdo de marcado carácter legal amparado por los convenios internacionales.
Se trata de liberar a los actuantes de esa responsabilidad a la hora de decidir sobre la legitimidad del uso de la fuerza en situaciones críticas, en donde se tienen que tomar decisiones casi automáticas.
Cuando actuamos en un conflicto, coloquialmente hablando, los deberes los tenemos que llevar hechos desde casa y, llegada esa situación límite, debemos proceder conforme a las premisas que otros han depurado, aprobado y consensuado. Con ello, se libera al actuante de ese debate moral o ético.
Mi debate moral en el caso del ataque en Mali fue relativamente fácil pues ante la situación desfavorable de la presencia de militares desarmados, mujeres y niños en ese resort, las acciones de protección para salvar sus vidas estaban plenamente justificadas.
Alude a una acción temprana en su actuación y trasladándolo a la actualidad ¿Cuál es su opinión personal sobre las capacidades del Ejército español y la UE frente a los desafíos y amenazas actuales?
Tras mi experiencia internacional, compartiendo misión con contingentes de otros países, debo decir que la sociedad puede estar tranquila y orgullosa de contar con los mejores y más admirados profesionales en el ámbito de la seguridad. Creo que contamos con un ejército muy preparado y en condiciones de ser empleado en las misiones más demandantes que España necesite.
La sociedad espera que sus Fuerzas Armadas se adiestren en tiempo de paz de manera permanente para su uso en el espectro del conflicto que sea necesario y así soy testigo de que se realiza, con una gran profesionalidad.
¿Ha contemplado el fracaso que supone el tratar de implantar los postulados y doctrinas europeas en países menos desarrollados, como los del continente africano?
He estado en muchos conflictos. El reloj con el que medimos el tiempo en África no coincide con el nuestro; los ritmos son distintos. Tácticamente me he enfrentado a esa realidad. En Kósovo, se trataba de impartir cursos multiétnicos pero ellos no estaban preparados para reconciliarse, por mucho que lo intentáramos. De un lado, los que habían padecido un enfrentamiento armado directo y de otro, los hijos de una nueva generación. La UE tenía sus plazos de entrenamiento de las fuerzas somalíes pero el receptor no estaba lo suficientemente preparado, para según qué adiestramiento. Nos enfrentamos a otro tipo de mentalidades con estructuras de clanes muy complejas, sin órdenes de estructura vertical. Implantar doctrinas europeas resultaba complicado, cuando no se entienden conceptos tales como el de la propiedad, o la prestación de servicios. Se requiere mucha empatía, imaginación, ponerse en la piel del otro, paciencia, comprensión, inteligencia emocional. No ser parte de un problema si no de la solución. Los esfuerzos dan frutos a medio o largo plazo.
Entiendo que en este libro podemos observar su experiencia para afrontar situaciones críticas. El terrorismo campa a sus anchas ante la debilidad institucional, ¿esta situación podría extrapolarse a cualquier país de la UE?
Me refiero a la teoría de “los espacios vacíos”. Dentro de los países en los que hay debilidad en las estructuras que conforman un estado, evidentemente, el terrorista (el que ejerce el poder por la fuerza) ocupa esos espacios. Los países europeos estamos a años luz por la Democracia consolidada y el Estado de Derecho. No hay comparación posible con países desestructurados como Libia. Incluso con naciones de varios gobiernos que actúan en el mismo territorio, con intereses en redes no lícitas que basan su economía en lo arcaico. Ahí no hay Ejército regular que aporte seguridad.
Ha pasado de la acción militar sobre el terreno a la docencia, mandando el Batallón de Alumnos de la Academia en la pandemia. ¿Ha tenido la ocasión de conocer a S.A.R la Princesa Leonor? ¿En qué escenario se encuentra más cómodo?
Mi filosofía de vida me invita a sacar lo positivo de las cosas y a encontrarme a gusto en lo que toque hacer en cada momento. Una situación familiar que afecta a mi hermana discapacitada ha hecho necesario que me haga cargo de ella durante los dos últimos años y haya tenido que levantar el pie del acelerador en lo relativo a los despliegues en zona de operaciones. Tras un destino de dos años al frente de un Batallón de alumnos de la Academia General Militar, ahora asesoro en la optimización del adiestramiento de las unidades del Ejército de Tierra que vienen a desarrollar sus ejercicios al campo de maniobras de San Gregorio. De todas formas, ya tengo las miras puestas en una octava misión en el extranjero que es donde más realizado me siento como militar. En cuanto a S.A.R la princesa Leonor, le hice llegaran ejemplar de mi libro con la esperanza de que le sirva de guía en su futura misión como primera soldado de España. Me consta, por antiguos compañeros, que está haciendo un papel excepcional durante tu periodo de formación inicial en la milicia.
¿Qué aportará este libro a la sociedad y cuál es la intencionalidad como autor?
Me gustaría que este libro sirviera de motivación e inspiración para la sociedad, en especial para su juventud. Es un título provocador para tratar de hacer que el lector vea los beneficios que supone salir de su zona de confort. Inicial un camino que le lleve a ser mejor persona o mejor profesional. Junto con el coautor Míchel Suñén hemos tratado de aglutinar en 7 capítulos todos aquellos los rasgos de la personalidad, virtudes, cualidades, en definitiva, los valores que requiere “estar preparado”. El libro es un recorrido desde mi infancia hasta la persona que soy ahora. A través de anécdotas personales y referentes, he estudiado, de forma exhaustiva, qué cosas son necesarias para estar llegar a ser quien soy.
¿Cómo transcurre cada 18 de Junio de su vida?
Los 18 de junio son días especiales en mi vida. Me suelo poner el bañador rojo que llevaba ese día. Hago algún guiño en mis redes sociales para homenajear a los que se están en esos momentos batiéndose el cobre por ahí, lejos de los suyos. Mi conciencia está tranquila porque hice lo que se esperaba de mí y cumplí las expectativas depositadas en mi. Esto me hace estar sereno. Aquel momento lo he normalizado y vivo en paz y armonía por haber sido capaz de salvar vidas de inocentes.
¿Puede definirme el concepto de héroe?. ¿Qué es un héroe para usted?
Me cuesta auto reconocerme como un héroe. Hay un término teórico que le define como la persona que, en una situación crítica, irrumpe poniendo en riesgo su propia vida, para defender a los que no están preparados para abordar esa situación. Es esa persona que realiza una acción extraordinaria. Surge de forma inesperada en la concentración de dos factores: la preparación y la oportunidad. En ese fatídico día, 18 de Junio del 2017, se juntaron ambas cosas. Cuando echo la mirada atrás, sé que actué de forma eficaz. No cambiaría nada. Estar preparado es la esencia.
*Carmen Chamorro
- Directiva del CIP/ACPE
- Diplomada en Relaciones Internacionales y Terrorismo Global por SEI