El pueblo libio, unido gracias a su Ejército Nacional

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  • El Ministro de Asuntos Exteriores libio, Abdul Hadi Al-Hawaij asegura que el Ejército es clave contra el terrorismo y garantiza la paz y estabilidad en Libia

*Carmen Chamorro / Corresponsal / directiva del CIP/ACPE y diplomada en Relaciones Internacionales y Turismo de Negocio por la SEI

Nivel Seguridad en Libia

En la ciudad de Bengasi, las altas instancias, (desde la Presidencia del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes de Libia, la Cámara de Comercio, la Alcaldía, las universidades, incluso, la Agencia de Noticias Libia), sin obviar a sus propios ciudadanos, exaltan la labor realizada por sus Fuerzas Armadas, bajo el mando del Mariscal de Campo, Jalifa Haftar.

En una constante labor combativa por erradicar la operatividad terrorista del Daesh y Al Qaeda, el objetivo del Ejército Nacional libio es lograr la estabilidad interna, garantizar la paz y la soberanía y por supuesto, obstruir la acción de las mafias que trafican con personas, armas o drogas. Algo que ha conseguido en el 80% del territorio que controla junto con el Parlamento y el gobierno en Bengasi. La amenaza es de nivel alto.

Expertos internacionales, entre ellos españoles, colaboran con la formación de unidades del Ejército Nacional libio en el control de la inmigración ilegal, manejo de drones y narcotráfico. Son 27 instructores (Colombia, Ecuador y España), todo un equipo de operaciones especiales, que exigen una disciplina estricta. En una primera fase de formación, de los 400 soldados libios, unos 100 alcanzan los limites exigidos en un primer nivel básico, dada la alta presión psicológica y física. Se emplea armamento ligero de apoyo.

Actualmente, la amenaza de grupos terroristas que tratan de operar, desde países con su frontera sur, protagonizó el último atentado en Trípoli: el intento de asesinato del ministro, Adel Jomaa el pasado martes, 12 de febrero.

En Bengasi, un grupo de periodistas españoles ha sido, en estos días, testigo de la seguridad imperante en el Este del país, así como del entusiasmo y ganas de recuperación y reconstrucción del pueblo libio. Mucha voluntad pero sin injerencias. Hay recursos suficientes para que todo el país viva en prosperidad. La ratio mas alta de control de fronteras, ante la emigración ilegal, pertenece a Libia, con un 60%, gracias a la operatividad de “los ojos en el cielo”: los drones.

Atendiendo a la intervención del ministro de Asuntos Exteriores, Dr Abdul Hadi Al-Hawaij, en una reunión privada con el grupo de periodistas españoles, se desprende que el Ejército Nacional libio está defendiendo al grueso de la población de posibles actos terroristas, migración ilegal, narcotráfico y trata de personas. “El jefe supremo de las Fuerzas Armadas es el Parlamento, la Cámara de Representantes de Libia”. “Libia es la puerta de África y lo que aquí suceda, afectará al resto del mundo”.

El titular de la diplomacia libia explica que, siendo oriundo de Trípoli, trabaja en Bengasi porque le ofrece la seguridad y las leyes que le permiten moverse con total libertad.

El responsable de Asuntos Exteriores, clave en una nueva identidad diplomática, está gestando grupos de amistad y acuerdo consensuado entre parlamentarios, otorgando, a su vez, espacio al tejido empresarial extranjero. “Estamos preparando las infraestructuras para una obra gigante en Libia y España está ausente. El avión va a despegar y el gobierno español no tiene tan siquiera, la tarjeta de embarque”. 

En este terreno desmiente la instalación de una base de Rusia en Libia. “No existe en nuestra hoja de ruta, la apertura de bases militares extranjeras”, apunta el ministro. “Tenemos convenios de colaboración de tú a tú, bajo la premisa del respeto mutuo”.

España-Libia

Preguntado por las actuales relaciones hispano-libias, el Dr Abdul Hadi Al-Hawaij reitera que tiende la mano al Ejecutivo de Pedro Sánchez, siempre que la institución militar libia no sea dañada y sea considerada como el Ejército Nacional libio y no una milicia. Confía en que se superen las discrepancias surgidas por esta errónea valoración de unas Fuerzas Armadas que han librado a Libia del terrorismo y que garantizan la paz, la estabilidad y la seguridad de todos los ciudadanos y de las empresas extranjeras que trabajan en suelo libio, como la petrolera española Repsol. El ministro resalta que los vínculos comerciales no tienen que aguardar a las decisiones políticas. “Nuestro gobierno pertenece a la cuenca del Mediterráneo, un espacio para la Paz”. “Italia trabaja con ambas administraciones”, – continúa diciendo el ministro-, “y es de los mejores interlocutores empresariales entre Trípoli y Bengasi”.

De todos es sabido que Libia está dividida en dos gobiernos, una vez que concluyó la guerra en el 2011: el Gobierno de la Unidad Nacional (GUN) reconocido por Naciones Unidas y la comunidad internacional, y que controla el oeste del país. El este y parte del sur, un 70% del territorio, incluidos los pozos de petróleo, se encuentra bajo tutela del Parlamento de Bengasi, dirigido por Osama Hamad.

Poner fin a la división actual y caminar hermanados, en la reconciliación nacional, es un propósito al que alude el ministro de Exteriores libio, al prevalecer los intereses de sus ciudadanos por encima de todo lo demás: “hemos hecho de vosotros, pueblos y tribus, para que os conozcáis unos a otros”, reza uno de los versos del Corán, mencionado por el Dr Abdul Hadi Al-Hawaij.

Según explica, el gobierno de Trípoli no ha querido cesar en su mandato, ni celebrar las elecciones para la Cámara de Representantes. Así las cosas, el Dr Abdul Hadi Al-Hawaij matiza que la reconciliación nacional está cerca, pero pasa por una buena seguridad, educación y sanidad.  Igualmente, la dignidad, la independencia y la soberanía del libio es la esencia de una institución militar que se sacrifica por su pueblo. No cabe descalificación alguna.

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