- La modernización de este ejemplar aéreo se realizó debido a un deterioro por fatiga en las aspas de las turbinas.
La renovación se llevó a cabo debido a un fallo significativo identificado en las aspas de las turbinas. Este deterioro por fatiga, conocido como un “defecto de fatiga de bajo ciclo en los álabes de turbina de baja presión de la 2.ª etapa”, había causado siete incidencias de clase A y provocado casi 23 millones de dólares en daños.
Importante mencionar que la renovación completa de los motores dobles F119 del F-22 Raptor estadounidense finalizaron, tras una minuciosa y costosa operación de 21 millones de dólares. Este procedimiento exhaustivo y necesario fue impulsado por un fallo significativo en las turbinas.
La modernización se realizó debido a un deterioro por fatiga en las aspas de las turbinas. Aunque fue la causa de siete incidencias de clase A y provocó casi 23 millones de dólares en daños, este contratiempo no interrumpió las operaciones del Raptor, como indica Breaking Defense.
Según el experto Brian Brackens, del Centro de Gestión del Ciclo de Vida de las Fuerzas Aéreas, el problema se identificó como un “defecto de fatiga de bajo ciclo en los álabes de turbina de baja presión de la 2.ª etapa”, que emergió en los componentes vitales del motor y demandó una intervención urgente.
Julie Ireland, timonel del programa de motores Pratt F119, proporcionó una visión más detallada del enfoque para solucionar el problema. Las medidas preventivas adoptadas en colaboración con la USAF y P&W permitieron abordar eficazmente el problema y garantizar que los F-22 estuvieran equipados con álabes inspeccionados y actualizados.
A pesar de la fructífera cooperación entre las partes, parece existir una discrepancia en torno a la fecha de culminación del proyecto. Mientras que el vocero de Pratt afirma que la modernización concluyó anticipadamente en diciembre de 2022, Brackens señala que el proyecto alcanzó su punto final en mayo de 2023.
Es importante señalar que Pratt había establecido prioridades previamente para la modernización de ciertos motores debido a consideraciones ambientales identificadas en 2017. Sin embargo, los detalles específicos de estas circunstancias no se expresaron abiertamente, según un informe de Inside Defense. La operación de adaptación tuvo su inicio oficial en 2019.
Adicionalmente, Ireland explicó la función y papel crucial de los “álabes de la turbina F119 de la segunda etapa”. Estas piezas extraen energía del gas de alta temperatura y presión de la cámara de combustión, dirigiendo dicha energía a los compresores delanteros para producir empuje a través de la tobera.
Según un portavoz del Mando de Combate Aéreo, todos los motores Raptor en la flota del Ejército del Aire, incluidos los de los reactores Block 20, han sido objeto de una fundamental renovación, abarcando incluso aquellos aviones cuya retirada podría ser obstaculizada por los legisladores.
El problema con las aspas de la turbina, clasificado como un percance de clase A por el Pentágono, se detectó por primera vez en 2012. A pesar de que los siete percances fueron provocados por la falla del mismo componente, la causa raíz varió entre el primer incidente en 2012 y otro ocurrido en 2015. Afortunadamente, el nuevo hardware adaptado ha solucionado todos los fallos previos.
El coste de este proceso de adaptación, realizado tanto en el terreno como durante visitas programadas a los depósitos, fue de aproximadamente 21 millones de dólares, tal como informó Brackens. Aseguró que este problema no afectó a las operaciones de vuelo y no se reportaron heridos a causa de los percances.