Tel Aviv.- Con el control israelí del espacio aéreo y luego haber eliminado la cúpula del partido-milicia chií, el Ejército de Israel se prepara para una inminente incursión terrestre en el Líbano. La semana pasada, el jefe del ejército ya avanzó que se estaban preparando para una posible operación terrestre en el país árabe.
Sus últimos ataques aéreos israelíes, sostuvo, tenían por objeto “preparar el terreno para su posible entrada y continuar erosionando a Hezbolá”. El director “The Political Room”, Yago Rodríguez, informó que es altamente probable la incursión en el sur de Líbano, el ejército buscaría una invasión limitada para tener “un colchón de unos kilómetros” en el interior del país.
Y aunque Hezbolá, debilitada considerablemente, aún podría ofrecer alguna resistencia. Por eso, explica Rodríguez que “como mínimo deben tener capacidad para realizar una defensa efectiva en la zona” para “infringirle” a Israel un número elevado de bajas. El asesinato del líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, el pasado viernes hace que Israel se prepare para una incursión seria.
De hecho, el Primer Ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, lanzó una advertencia: “no hay lugar en Irán ni en Oriente Medio al que no llegue el largo brazo de Israel”. Además, en su intento de mitigar las presiones internas y las manifestaciones en contra de su gestión de las negociaciones para liberar a los rehenes en Gaza, Netanyahu aprovechó el contexto de emergencia para prohibir las reuniones de más de 1.000 personas en las ciudades del norte y centro del país.
“Tomamos todas las precauciones necesarias para mantener vuestra seguridad”, ha justificado Daniel Hagari, el portavoz del ejército israelí. No obstante, a pesar de las restricciones, miles de israelíes siguen concentrándose en las principales ciudades para pedir la liberación de los secuestrados el pasado 7 de octubre, que siguen en manos de Hamás en la Franja de Gaza.